El aspecto que distingue al cabello de cada persona puede ser ; hereditarias, densidad grosor, grado de ondulación y color.
Tipos de cabello:
Cabello normal
Presenta un aspecto brillante, aterciopelado y con un colorido homogéneo. Todas las funciones fisiológicas son normales, no presentan ningún tipo de alteración. Generalmente el cabello de los niños o de adolescentes es normal ya que todavía no se ha alterado el equilibrio biológico por factores internos ni agentes externos. Cuidados:
Utilizar un champú con un ph neutro.
Aplicar un acondicionador suave, realizar un ligero masaje en el cuero cabelludo enfatizando en las puntas .
Enjuagar siempre con agua templada, no demasiado caliente ya que el agua caliente
es muy agresiva para el pelo.
Lavarlo cada dos días o cuando esté sucio, no es necesario lavarlo todos los días.
Emplear productos especiales para cuidar el pelo teñido.
Aplicar al menos una vez al mes una mascarilla capilar nutritiva.
Cabello seco
Tiene apariencia árida, escamas secas y es propenso a romperse y agrietarse. El pH es más ácido de lo normal. Está falto de grasa y por tanto de humedad. Las causas que originan este tipo de cabello pueden ser de origen interno; herencia, mala circulación, bajo funcionamiento de las glándulas sebáceas, trastornos emotivos, o de origen externo; empleo de champú de baja calidad, aplicación de preparados capilares inadecuados, exposición larga y sin protección al sol, vida poco sana. El cabello se seca, se deshidrata y se vuelve quebradizo como resultado de la falta de grasa. Para ayudar a regular la sequedad hay que masajear el cuero cabelludo con aceite de almendras o de jojoba. Dejarlo actuar durante 1O minutos y luego lavar con un champú hidratante mediante un vigoroso masaje. Ello hará que se active la circulación sanguínea y ayudará a que la grasa se distribuya de manera más eficaz. Utilizar luego un acondicionador y cada 15 días aplicar una mascarilla o un tratamiento intensivo específico para equilibrar la humedad. También es recomendable cepillar el cabello regularmente para estimular el cuero cabelludo y distribuir la grasa que produce de forma homogénea. Cuidados: Utilizar un champú hidratante especial para cabello seco y quebradizo. Aplicar siempre acondicionador con aceites hidratantes como el de oliva o el de almendra. Aplicar una mascarilla hidratante y nutritiva todas las semanas.
Evita en lo posible el sol, lleva siempre a la playa o piscina un producto protector especial. Usar el secador de pelo a la temperatura más baja para evitar dañarlo. Peinarlo con cuidado para que no se quiebre. Para que las puntas no se abran utilizar siempre unas gotas de serum.
Cabello graso Tiene aspecto oleoso debido a la exagerada actividad de las glándulas sebáceas. El pH es más elevado de lo normal, por lo que este tipo de cabellos son más propensos a infecciones de origen microbiano. Las causas que originan su aparición pueden ser causas de tipo endógeno; herencia, trastornos hormonales, o externa; empleo de preparados inadecuados, vida desordenada, alimentación rica en grasas y pobre en proteínas y vitaminas. Conviene tratarlos con champú adecuados, con aguas capilares de efecto desengrasante, desinfectante y astringente. Cuando las glándulas sebáceas producen un exceso de grasa, el pelo se apelmaza y se vuelve lacio. Para que el nivel de grasa se mantenga normal hay que lavar regularmente con un champú suave, las fórmulas más agresivas estimulan la actividad de las glándulas sebáceas.
Cuidados: Lavarlo periódicamente, siempre que esté sucio, con un champú especial para el pelo graso, evitar los productos muy agresivos.
Utilizar un acondicionador especial para cabellos grasos sin aplicarlo en la raíz solamente de la mitad de la cabellera hacia las puntas.
Aplicar una mascarilla especial para el pelo graso, astringentes para regular la producción de grasa del pelo y dar un brillo natural.
Si se ensucia mucho es mejor llevarlo recogido en una cola o moño, evitar que el pelo caiga en la cara.
Receta natural para una cabellera saludable:
Baño de aceite reparador
Aceite de Sésamo (20ml)
Aceite de almendras (20ml)
Aceite esencial de Romero (5 gotas)
La cantidad de nutrientes y vitaminas que tienen estos aceites así como el masaje sobre el cuero cabelludo, estimula el riego sanguíneo en la zona lo que hace que el crecimiento del pelo se vea potenciado, le dará suavidad a tu cabello dejándolo más fuerte y le dará un brillo absoluto dandole una apariencia mucho más sana. Déjalo actuar de 15 a 20 minutos
Recuerda que para tener un cabello sano y bonito hay que tener una alimentación saludable, variada y equilibrada. Esto se reflejará tanto en la salud general como en la del cabello y la piel. Si deseas aprender más sobre los cuidados del cabello y elaborar tus propios productos capilares te recomiendo nuestro curso Cosmética Natural.